Capítulo 203
Javier intercambio miradas con los demás, sacó una caja larga de brocado que había tenido a mano todo el tiempo, extrajo el rollo de pintura de adentro y se lo pasó a Valentin.
Camilo lo ayudó a sostenerlo y él mismo lo desenrollo. Un retrato hecho con colores de óleo perfectamente equilibrados se presentó ante todos.
“Señor, señora, no sabia qué llevar como regalo para esta visita, asi que prepare un famoso cuadro heredado.”
Valentin y Rosalinda inhalan bruscamente al ver el cuadro, habian visto esta famosa pintura en las noticias antes, de hecho se rumoreaba que había sido subastada por treinta mil millones y adquirida por un misterioso comprador, pero nunca imaginaron que ese comprador misterioso era Javier.
La pareja de Valentin estaba tan sorprendida que se olvidaron de rechazar el regalo.
Todos los discipulos del Monasterio Arcoiris son tan ricos?
Sergio echó un vistazo a la pintura y le sonrió con desprecio a Javier. “He oldo que el señor Javier es un conocedor de pinturas antiguas. ¿Cómo no se dio cuenta de que esta pintura es una falsificación?”
“Si el señor Flores no entiende de pintura, mejor que no hable al azar. Dijo Javier, frunciendo el ceño. “Esta pintura ha sido examinada por varios expertos en nuestro pais
“No son más que farsantes que engañan al mundo.” Dijo Sergio despreocupadamente. “¿No es raro expertos que fingen saber arruinen valiosas reliquias culturales?”
O que los
“¿No será el señor Flores el que está fingiendo?” Javier respondió fríamente. ‘Dices que esta pintura es una falsificación. ¿Tienes alguna prueba?”
“Puedes hacer que alguien la examine.” Dijo Sergio,
“¿Cómo puedes estar tan seguro?” Javier todavia tenía dudas.
Sergio hizo un gesto a Mauricio, quien le pasó obedientemente una caja de brocado largo que habia estado sosteniendo debajo del brazo, fue entonces cuando Sergio sacó el rollo de pintura de la caja y Mauricio lo ayudó a desenrollarlo, era un cuadro idéntico se presentó ante todos.
“Porque… el original siempre ha estado en mis manos. Sergio sonrió con una sonrisa extremadamente imitante
Javier se quedó boca abierta, dio unos pasos adelante y examino detenidamente la obra de Sergio, cuanto más la miraba, más temblaba su corazón.
¡No podía creer que habia gastado treinta mil millones en una copia!
“No te desanimes, señor Javier.” Sergio, con total falta de consideración, fingió consolar a Javier. “Tu falsificación es bastante valiosa.”
Javier estaba tan consternado que no podía hablar, solo podia ver cómo Sergio enrollaba de nuevo el original y lo entregaba a Valentin y Rosalinda.
Suegro, suegra, este cuadro es mi regalo para ustedes.”
Valentin y Rosalinda no ne atrevieron a aceptarlo, solo habian pedido ochenta y ocho mil en regalos de matrimonio para Alexandra y ahora Sergio les estaba ofreciendo una famosa pintura heredada valorada en
nta mil millones ¿Cómo podrían aceptaria?
sarlo un regalo para Alexa, solo tienen que aceptarlo en su nombre. Sergio tomo una de las
a que habla estado en silencio a un lado y la cubrió con su gran mano, Pronto vamos &
de matrimonia
momento!
su certificado de matrimonio?
El silencio de Alexandra, en los ojos de Valentín, se convirtió en su aceptación” del asunto del certificado de matrimonio, se sintió molesto y comenzó a ver a Sergio con malos ojos.
Asi que le dijo a Rosalinda, “Vamos a aceptarlo en nombre de Alexa, luego lo llevaremos como su dote.
Los rostros de los hermanos Javier cambiaron instantáneamente.
Berto, que estaba bajando cojeando las escaleras del segundo piso, escuchó esto y exclamó: “¿Qué dote? ¡No, yo no estoy de acuerdo!”
Valentín y Rosalinda lo miraron frunciendo el celio. ¿Qué tenia que ver Berto con la dote que estaban preparando para su hija?
Berto, bajo la mirada desconcertada de la pareja Valentin, de repente se quedó mudo y después de un rato logró balbucear, “Queria decir que la decoración de esta villa es muy buena, no estoy de acuerdo con cambiarla,”
“¿Sr. Berto, te habias dormido?” Valentin se levantó para ofrecerle su asiento a Berto, Te llamé para tomar un café y no respondiste.”
“No hay problema, tú siéntate, tú siéntate.” Berto no se atrevia a dejar que Valentin le cediera su asiento. Cuando se sentó en el lugar vacio al lado de Andrés, no pudo evitar jadear de nuevo, mirando con resentimiento a Alexandra, quien estaba tomando café al otro lado.
La señorita sabia no se había mostrado nada misericordiosa antes, ahora todo su cuerpo le dolía, pero curiosamente, no se veía ninguna herida en su exterior.
Alexandra bajó la mirada para saborear su café, ignorando por completo su resentimiento.
Berto no tuvo más remedio que retirar la mirada con tristeza y preguntó en voz baja a Javier, “¿Qué está pasando? ¿N
ibamos a echar a Sergio? ¿Cómo hemos terminado hablando del dote?”
Javier lo miró con una expresión de desamparo y no dijo nada.
No podia decirle a Berto que él y Andrés habian intentado competir con Sergio en riqueza y gusto y habian perdido por completo.